¿Sabías que una chimenea o estufa de leña es la mejor alternativa frente a otros sistemas de calefacción? Las estufas de leña son una fuente de energía renovable, sostenible y económica que permiten disfrutar del calor y del fuego en tu hogar.
Tener un sistema de calefacción basado en la leña es todo un privilegio, tanto económicamente como de confort en nuestras casas. Las alternativas que tenemos para calefaccionar la leña son tres: estufas de leña o chimeneas, casettes de leña con ventilador e inserts sin ventilador.
En Panadero, todos nuestros aparatos son con el fuego cerrado. Esto nos permite que nuestras estufas de leña disfruten de un alto rendimiento.
Dos de las grandes discrepancias entre las chimeneas abiertas y cerradas es el rendimiento de calor y la eficiencia energética. Las chimeneas abiertas tienen un rendimiento entorno a un 15%, mientras que las chimeneas cerradas tienen un alto rendimiento que supera el 78% de eficiencia energética. Esto es sinónimo de ahorro en el consumo de leña.
Recuerda: Una cámara de combustión cerrada es la base del rendimiento óptimo de la calefacción.
Estufa de leña para la calefacción
Las estufas de leña están basadas en el mismo principio de la combustión que las chimeneas.
El fuego que disfrutamos cuando encendemos la estufa de leña se produce por el principio de combustión basado en el “triángulo de fuego”.
En el principio del “triángulo de fuego” participan tres elementos:
- El combustible, que en este caso es la leña.
- El carburante (aire y oxígeno).
- Energía de activación, es decir, la llama.
Gracias a combustión de la madera originado por estos tres elementos, podemos disfrutar del calor.
La distribución del calor
La distribución del calor en la estancia se hace a través de radiación, tanto desde la misma estufa como del tubo de la salida de humos. Ambos elementos se calientan cuando se produce la combustión.
Hay que tener en cuenta que, para que la estufa funcione en su máximo rendimiento, la instalación debe ser la correcta. Además, debemos tener cuidado al escoger dónde y cómo colocarla en la estancia, ya que debe tener una distancia mínima de seguridad con los muebles y elementos de la casa. Además, debemos conocer las corrientes de aire de nuestra vivienda, para no perder calor una vez encendamos el aparato.
Alimentación de una estufa de leña
Es fundamental saber cómo funciona una estufa y cómo debemos realizar el encendido, puedes verlo haciendo clic aquí.
Además, el correcto uso del tipo de leña permitirá a la estufa realizar una combustión completa y correcta.
La humedad de la leña debe ser siempre menor al 20% y debe ser seca y no resinosa. Si la leña se encuentra húmeda, nos encontramos con diversos problemas para hacer que nuestra chimenea no rinda al máximo.
Una leña de un 50% o 60% de humedad no calienta y tiene una combustión muy mala, crea mucho hollín y desprende un excesivo vapor de agua. Esto, dará lugar a depósitos perjudiciales en el aparato, en el cristal y en los canales de humo.
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