Hay muy pocas cosas que hagan tanta sensación de hogar en invierno como es el fuego. Disfrutar de esa sensación pasa por un detalle fundamental: elegir cuál es la mejor leña para la chimenea. Elegir la mejor leña para la chimenea nos permitirá optimizar el gasto y el mantenimiento del fuego.
La leña es uno de los biocombustibles de biomasa más utilizados que se extrae de los montes y es fundamental para encender la chimenea o estufa de leña. Debemos saber que, a la hora de comprar leña, el aspecto más significativo que debemos tener en cuenta es la humedad.
La humedad de la leña debería ser siempre inferior al 20%. Esto es porque, si la leña está húmeda, el calor se aprovecha en vaporizar esa humedad, pero si está demasiado seca se calcinará más rápido.
¿Madera dura o madera blanda para la chimenea?
Cada tipo de madera tiene unas peculiaridades diferentes en cuanto a densidad, comportamiento, usabilidad, aplicaciones, etc. Por lo que hay que diferenciar cada una de ellas:
- Madera dura: corresponde a especies de árboles de hoja caduca, como el roble, el olmo, el abedul, la haya o el fresno. Este tipo de madera es recomendable para mantener el fuego encendido y proporcionar calor, ya que tiene gran poder calorífico y gran combustión.
- Madera blanda: procede de árboles de hoja perenne, como el pino o cedro. Es recomendable para encender de la chimenea de leña y para avivar el fuego en un momento puntual y mantener la llama viva. Es una madera que sirve menos calor, pero que prende antes.
Antes hemos comentado la importancia de la humedad en la leña. En el caso de la madera dura, su tiempo de secado es más largo, a veces hasta 2 años, frente a los 6-12 meses de la madera blanda.
Tipos de leña para estufas y chimeneas
Debemos tener en cuenta las diferentes especies de madera y conocer sus características. Las principales y más utilizadas son:
Leña de encina
Es la leña más utilizada para las chimeneas y estufas. Es madera dura y tiene una gran resistencia a la humedad, por lo que arde lentamente y forma mucho calor.
Leña de olivo
Pertenece al grupo de maderas duras. Su principal característica es la gran cantidad de llama que genera, por lo que es recomendable utilizarla en estufas o chimeneas de leña abiertas.
Leña de roble
También se encuentra dentro de las maderas duras. Su uso se destina a estufas de leña más abiertas y para barbacoas o hornos.
Leña de pino
Se encuentra dentro de las maderas blandas y contiene bastante humedad. Se caracteriza por poseer alto contenido en resinas. Es un tipo de madera que arde con mucha facilidad. Se suele utilizar para hogueras o para comenzar el encendido de la chimenea.
Leña de fresno o haya
También es madera blanda. Se caracteriza por su rápido secado y muy fáciles de prender. Son excelentes para estufas y chimeneas de leña.
¿Cuál es la mejor leña para la chimenea?
Lo ideal es utiliza una combinación de madera dura y madera blanda. La madera dura nos va a permitir mantener un fuego duradero y proporcionarnos calor y, la madera blanda, conseguiremos prender rápido y mucha llama.
Nuestra combinación perfecta es una mezcla de pino con madera de roble, nogal u olivo.
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