Saber cuál es la mejor leña para nuestra chimenea o estufa de leña es esencial. Con la leña adecuada, disfrutaremos una estufa de leña con una correcta combustión, además de ayudar a obtener un buen mantenimiento.
A la hora de obtener leña, hay dos aspectos que debes tener en cuenta son: la humedad y el tipo de leña.
La humedad de la leña debe ser siempre menor al 20%. Si la leña se encuentra húmeda, el calor que va a desprender una vez prendamos la estufa, servirá para vaporizar la humedad y no para calentar.
Recuerda: Utiliza leña seca y no resinosa. Haz clic aquí y te enseñamos a realizar el encendido, qué tipo de leña utilizamos para nuestras estufas y cómo se deben colocar.
¿Qué ocurre si utilizas leña muy húmeda?
Una leña de un 50% o 60% de humedad no calienta y tiene una combustión muy mala, crea mucho hollín y desprende un excesivo vapor de agua. Esto, dará lugar a depósitos perjudiciales en el aparato, en el cristal y en los canales de humo.
Cuando utilizas leña húmeda, observarás que la puerta del cristal está más quemada y se empieza a depositar más suciedad. Además, tardará mucho en consumirse, por lo que la capacidad de generar calor es más baja. Por último, lograremos un fuego muy débil, más hollín y una gran cantidad de humo.
¿Tengo que almacenar la leña en un sitio alejado de la lluvia? ¿Qué pasa si se moja?
Cuando hablamos de humedad de la leña, no hablamos de leña mojada por la lluvia. Aún así, debes saber cómo almacenar la leña correctamente. En Panadero, recomendamos mantener la leña siempre en lugares secos y protegerla correctamente de agentes externos.
Habitualmente, los fabricantes de madera para leña cortan la leña y la almacenan en zonas secas hasta secarse. Una vez ha pasado un determinado tiempo después de cortarla, la almacenan al aire libre y ahí sí se puede mojar por la lluvia.
La leña húmeda o leña verde es aquella que no ha sido secada adecuadamente. Esto puede suceder por dos motivos: después de cortar la leña, no ha pasado el suficiente tiempo y no ha dado tiempo a secarse correctamente; o bien, su manipulación no ha sido la correcta. Por ello, nada tiene que ver con la lluvia o el agua.
¿Qué mes es el mejor para comprar leña?
El mejor momento para adquirir leña y almacenarla en nuestras viviendas es la época anterior al invierno. Desde agosto hasta finales de octubre es el período en el que recomendamos comprar troncos para la chimenea.
Consejos para almacenar la leña
En el post “Cómo almacenar leña en casa correctamente” puedes encontrar toda la información que necesitas para poder mantener la leña correctamente y que dure en perfectas condiciones durante mucho tiempo.
Aun así, te recalcamos cuatro consejos importantes:
- Debes intentar almacenar la leña en una zona completamente seca.
- Almacena la leña respetando el paso del aire. La leña debe estar aireada para asegurar su correcto secado.
- Cuidado con cubrir la leña completamente. Está bien tapar la leña con una lona o un leñero, pero, debemos saber, que si la cubrimos completamente estaremos imposibilitando que se ventile correctamente.
- La zona o el lugar donde almacenes la leña debe estar nivelado para una mayor seguridad. Conseguiremos que la leña esté estable y no salgan los troncos rodando.
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