Si te dijéramos ahora mismo “Dinos tres fuentes de energía renovable”, lo más seguro es que nos digas: “energía solar, hidráulica o marina y la energía eólica”. Y esta respuesta es un 10, pero… ¿qué hay de la bioenergía?
La bioenergía es un tipo de energía renovable que procede de la biomasa y que se origina a partir de la explotación de la materia orgánica e industrial. Generalmente proviene de las sustancias que forman los seres vivos o sus restos y residuos. Ejemplos de bioenergía son la leña, el estiércol o el carbón vegetal.
Tipos de bioenergía
Nos encontramos con tres tipos de bioenergía principales: los biocombustibles, los biocarburantes y el biogás o metano.
Biocombustibles
Son todos los residuos forestales como son la leña, el carbón vegetal y los desechos de la agricultura. Su uso es amplio ya que va desde la producción de calor o electricidad, hasta uso doméstico.
Biocarburantes
Son todos los residuos que provienen de cultivos: maíz, palma de aceite, azúcar, etc., así como residuos agroindustriales. Gracias a determinados procesos podemos obtener aceites vegetales puros que, posteriormente, se convierten en biodiésel y en alcohol (bioetanol, utilizado en chimeneas de bioetanol y estufas).
Biogás o metano
Son todos los residuos que se producen por la fermentación de restos orgánicos como bosques, campos de agricultura o desechos de animales. Se utiliza para producir energía térmica, eléctrica o mecánica.
La bioenergía es una de las mayores fuentes de crecimiento en el consumo de energías renovables durante el periodo de 2018-2022, representando el 30% del crecimiento del consumo renovable. Esto es debido al incremento del uso de la bioenergía en el calor y los medios de transporte.
Se prevé que para próximos años su crecimiento siga aumentando considerablemente, aunque a un ritmo más lento debido a la rápida expansión de la energía solar fotovoltaica y eólica.
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